Muchas veces nos hemos sentido más como huracanes de emociones y sentimientos que personas frías y controlando lo todo. En los días venideros más aún se hacen presentes y latentes esos sentimientos. Sentimientos cálidos,acogedores, nostálgicos o felices. Cada nueva navidad mis sentimientos van cambiando. Siempre desde niño son de alegría,diversión,ilusión y entusiasmo. Pero por desgracia y mientras crecemos, todo ello adquiere un toque totalmente diferente. Ya no hay ilusión en la noche previa a Reyes; No hay alegría al reunirse con la familia y compartir un momento agradable por este moribundo año. El entusiasmo por que hacer regalos o tarjetas de navidad, se convierte en algo pesado, aburrido y frío. Todas esas personas que alegan que estas fiestas son solo para comprar, dejan sus argumentos en el aire. Sin saber que si se hace un regalo,la importancia no es el gastar dinero en ello, sino en el mensaje y a quien se lo vayas a regalar.
Es una pena que todos esos sentimientos inocentes que todos y todas teníamos de niño por estas fechas, se vayan evaporando. Por ello,intrépidos y intrépidas aventureras os ánimo, a que volváis a tener 4 años y os emocionéis cuando veáis la cabalgata de reyes o estéis poniendo el árbol de navidad.
Es mejor mirar con ojos de niño, que con ojos tristes de adulto.
